martes, 17 de marzo de 2009

A LOS SACERDOTES

"La conciencia de los radicales cambios sociales de las últimas décadas debe movilizar las mejores energías eclesiales para cuidar la formación de los candidatos al ministerio. En particular, debe estimular la constante solicitud de los Pastores hacia sus primeros colaboradores, sea cultivando relaciones humanas verdaderamente paternas, sea preocupándose de su formación permanente, especialmente en el aspecto doctrinal y espiritual. La misión tiene sus raíces, de modo especial, en una buena formación, desarrollada en comunión con la ininterrumpida Tradición eclesial, sin cortes ni tentaciones de discontinuidad. En este sentido, es importante favorecer en los sacerdotes, sobre todo en las jóvenes generaciones, una correcta recepción de los textos del Concilio Ecuménico Vaticano II, interpretados a la luz de todo el bagaje doctrinal de la Iglesia. Es urgente, también, recuperar aquella conciencia que impulsa a los sacerdotes a estar presentes, identificables y reconocibles, sea por el juicio de fe, sea por las virtudes personales, sea también por el hábito, en los ámbitos de la cultura y de la caridad, desde siempre en el corazón de la misión de la Iglesia".
Benedicto XVI.

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